8 de octubre de 2010

Semáforos eternos

Una de las cosas que más me llamó la atención al llegar a Oviedo fueron sus semáforos. En apariencia, idénticos a los de cualquier otra ciudad, pero, una vez que te paras ante ellos, sobre todo si circulas en coche, descubres que tienen algo fuera de lo común. ¿El qué? Que el color rojo dura una eternidad.

Cierto que la medida del tiempo puede ser subjetiva -lo que para unos es un momento para otros es interminable-, pero, aunque aún no lo haya comprobado científicamente -vamos, con un reloj-, os aseguro que el semáforo en Oviedo permanece en rojo durante mucho más tiempo que en otras ciudades como Valladolid, Zamora o Salamanca. Y no lo entiendo.

¿O será porque el color rojo está de moda?

Se supone que para que el tráfico en una ciudad sea fluido deben evitarse los atascos, pero, si obligas a que una fila larguísima de coches se mantenga parada durante varios minutos a la espera del verde, lo que provocas es, precisamente, un embotellamiento, ¿no? Además, no estamos hablando de un lugar en el que escaseen los semáforos, sino más bien todo lo contrario... En fin, que no le encuentro explicación.

Por eso, hasta que algún buen samaritano me dé una buena razón, he optado por pensar en cómo puedo invertir mi tiempo ante la temida luz roja cuando me convierta en conductora. Al fin y al cabo, ese día llegará y he de estar preparada.

Así pues. Qué hacer ante un semáforo en rojo en Oviedo:

- Repasar mentalmente la lista de la compra, intentando memorizar por orden alfabético todos los productos -y, si hay tiempo, que lo habrá, traducir las palabras al inglés, darles la vuelta, crear otras nuevas con ellas, nombrar todas las marcas de leche que puedas recordar, recitar los anuncios que las promocionaban en televisión... y así hasta que se ponga en verde-.

- Echar un vistazo a los titulares del periódico y, acto seguido, mirar el horóscopo, rellenar el autodefinido, intentar solucionar el sudoku...

- Coger el catálogo de Ikea y diseñar nuevas disposiciones para tu casa: en el salón, el dormitorio, la cocina, los baños, las 30 habitaciones de tu hogar de ensueño...

- Hacerte la manicura: cortarte las uñas, limarlas, suavizar las cutículas, pintarlas, agitarlas para se sequen, darles una segunda capa, pensar en una tercera...

- Escribir tus memorias...

1 comentario:

  1. Vale que tarden "un poco" pero yo soy más de encender la radio y esperar, que tampoco tardan tanto...

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